viernes, 10 de abril de 2009

Un amigo

Cinco personas hacen un mismo recorrido, detectan elementos diversos y sacan cinco conclusiones diferentes, probablemente contrapuestas. Acá, la versión de Patricio Pron sobre la gira en España para presentar La joven guardia. Acá, acá, acá, acá y acá, la versión de Juan Terranova.

jueves, 9 de abril de 2009

Las razones de la desazón

Alfonsín no era Alfonsín. Mejor dicho: Raúl Ricardo Alfonsín no era Alfonsín. Mejor dicho: el hombre no es su figura.

No intento decir con esto que, muerto el hombre, queda su figura. No tengo la más remota idea acerca de si la figura de Alfonsín -reitero: no la persona de Raúl Ricardo Alfonsín- trascenderá, permanecerá. Tampoco tengo la más remota idea de, llegado el caso de que lo haga, cómo lo hará. 
Lo que intento decir es que lo que se lloró hace unos días no fue a Raúl Ricardo Alfonsín sino a Alfonsín. Resulta vano remarcar errores del gobierno radical 1983-1989, resulta idiota escandalizarse por el intento de ubicar a Raúl Ricardo Alfonsín como prócer inmaculado, por tornarlo mítico, por volverlo algo que no era. Y resulta idiota porque ese proceso ya se había producido, y es inexorable. La muerte operó como catalizador de otras cosas: un corazón dejó de latir, e ideas desperdigadas se arremolinaron para dar forma a Alfonsín -reitero, una vez más, y espero se me disculpe la insistencia: no a Raúl Ricardo Alfonsín-. Algo estaba disperso, y un hecho lo congregó. Apareció algo nuevo. O viejo, pero que estaba latente y no en primer plano.
Raúl Ricardo Alfonsín hizo cosas buenas, mediocres y malas. No importa. El tiempo ha provocado que lo que hizo -bueno, mediocre o malo- resulte intrascendente. Lo que importa, me parece, es qué encarnó Raúl Ricardo Alfonsín, qué ideas se arremolinaron la semana pasada en torno a Alfonsín. 
Los detalles, las explicaciones coyunturales del pasado, son para los historiadores. Hay pocos historiadores. Lo que ocurrió la última semana no fue que la historia se hizo presente, sino que apareció en primer plano una interpretación de la historia. De los valores que se asignan a cierto momento de la historia.
Lo que se lloró, entonces, fueron esos valores asignados. Por eso no interesa si Raúl Ricardo Alfonsín luego del juicio a las juntas dictó la Obediencia Debida y el Punto Final, porque lo que se encaramó la última semana fue el juicio a las juntas, la noción de justicia, y no la obediencia debida o el punto final, la noción de injusticia. Por eso no interesa tampoco si, luego de enfrentarse al FMI con la muñeca y los pantalones bajos de Grinspun -la noción de dignidad-, cedió ante intereses económicos que lo condujeron irremediablemente a una hiperinflación que se escapaba de sus manos -la noción de indignidad-. Lo que se lloraba era la noción de justicia, de dignidad. Sin importar que en el anecdotario hayan estado, también, la injusticia y lo indigno.
Nunca que lloramos a un muerto lloramos a ese cuerpo. Lloramos lo que nosotros queríamos de ese cuerpo.
La última semana, se lloró que la idea de "con la democracia se come, se educa, etc." se transformó en un imposible.
Y no está para nada mal que se llore ante una angustia semejante. 
Peor sería entregarse a la mediocridad cínica de suponer que nada tiene valor. Es decir, ser un cobarde.

lunes, 6 de abril de 2009

"Sufro mucho con esta televisión"

Yo creo que hay una gran diferencia entre lo culto y la “intelligentzia” argentina, que como característica particular no es inteligente. Se guía mucho por prejuicios. Una vez que le colocan una etiqueta a alguien, no se la sacan más. Esto funciona con lo malo y lo bueno: si alguien se sacó patente de genio, puede hacer cualquier cosa y lo sigue siendo.

Vida y pasión de un mártir del siglo XX

Toole entró en el panteón de los grandes escritores norteamericanos del siglo XX. Con una novela que todas las editoriales rechazaron, con una desesperanza que hace cuarenta años lo llevó al suicidio y con una trama tan absurda que parece escapada de una de las páginas de su bella, trágica, hilarante novela.

(publicado en el Suplemento Cultura del diario Perfil, el 22 de marzo del 2009).

lunes, 9 de marzo de 2009

Taller literario en Tucumán

A partir de abril, y hasta el mes de noviembre, Maximiliano Tomas y Diego Grillo Trubba dictarán un taller literario en la provincia de Tucumán. El lugar donde se darán las clases (un fin de semana al mes) es el Centro Cultural Eugenio F. Virla, dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán.
El taller es para todas las edades y niveles. Interesados, enviar currículum a María Lobo (mml9@hotmail.com).

martes, 10 de febrero de 2009

El jueves 19, nos vemos en Madrid


El próximo lunes, nos vemos en Barcelona

Presentación de La joven guardia (edición española).

Presenta Ignacio Echevarría.

Estarán presentes los autores: Maximiliano Tomas, Samanta Schweblin, Juan Terranova y Diego Grillo Trubba.

Lunes 16 de febrero, 19 horas.

Librería La Central del Raval, 

Elisabets, 6

Barcelona

viernes, 6 de febrero de 2009

Un ejercicio de ucronía involuntaria

(publicado originalmente en el suplemento Cultura del diario Perfil, el 1 de febrero de 2009)


Un guión para Artkino
Fogwill
Mansalva
96 páginas
Otras obras del autor: Los pichiciegos, En otro orden de cosas, La buena nueva.

Un guión para Artkino, última novela publicada de Rodolfo Enrique Fogwill, resulta paradojal en más de un sentido. Escrita en 1977/78, habla de un futuro posible en 1994, pero al publicarse en el 2008 esa fecha venidera se transforma en pasado. Dado que la novela aborda, en cierto sentido, la ciencia ficción –y, en cierto sentido, se burla de ella-, resultó escrita como una distopía –rama clásica del género, donde se presenta un futuro opuesto al utópico, reflejando por lo general sociedades opresivas, totalitarias o, si se prefiere, indeseables- pero al leerla hoy uno encuentra más bien una ucronía –otra rama, ya no tan predominante, donde se imagina un hecho pasado alternativo a los ocurridos en la realidad, y las posibles consecuencias de ese cambio- . Desde ese punto de vista, gracias a las vicisitudes del mercado editorial argentino, la novela inauguraría una nueva rama de la ciencia ficción: la ucronía involuntaria.
Es probable que una de las mayores ucronías –voluntarias- publicadas sea El hombre en el castillo, de Philip K. Dick. Allí, el escritor hablaba de un mundo en el que el Eje había triunfado en la Segunda Guerra Mundial y se dividían los Estados Unidos entre Alemania y Japón, y tenía por protagonista a un norteamericano que regía su vida de acuerdo a los designios del I Ching. Un guión para Artkino, por su parte, se refiere a un mundo –pasado o futuro, lo mismo da- en el que la URSS se impuso a los países capitalistas y desplegó su poderío a nivel global. En este 1994 alternativo, el protagonista –Fogwill- es un escritor devoto del régimen imperante, que un día recibe una oferta millonaria por parte de un estudio cinematográfico –el Artkino del título- a cambio de elaborar el guión de un filme.
Hay, al menos, dos líneas alternativas para leer la novela. La primera de ellas es cómo resulta ese universo en el que la Argentina ha sido anexada al imperio soviético. La otra, el rol de un intelectual en un espacio semejante.
Una de las mayores virtudes de Un guión para Artkino son las pinceladas sobre ese mundo supuesto, donde las instituciones reformulan el pasado en su provecho –es claro el apropiamiento de la figura de Borges, o de los elementos de la historia argentina que, seleccionados y resignificados sus pesos, sirven para suponer que hay una línea lógica que finaliza en ese supuesto mundo sovietizado-. Así, Perón es considerado un elemento que sirvió a la causa dominante, e incluso le han puesto su nombre a una avenida. Para el autor, la historia parece no sólo establecerse a partir de luchas –el triunfo de los soviéticos por sobre los capitalistas de los que restan sólo focos, por ejemplo-, sino que una vez que éstas se resuelven el pasado es automáticamente resignificado en provecho propio: los mismos hechos, pueden ser útiles para uno u otro bando. En otras palabras: la interpretación política del pasado resulta intrascendente, pues es plausible de ser efectuada en una u otra dirección.
En un contexto que posee, al menos en apariencia, un constructo simbólico lógico, quedaría la interpretación de los individuos. Fogwill, como autor de la novela, opta por un juego de oposición incluso contra sí mismo: Fogwill, el protagonista, es un intelectual orgánico del sistema, un escritor que disfruta de la repentina fama –en el universo apócrifamente soviético de Un guión para Artkino, la aceptación y el reconocimiento también se traducen en valores monetarios-, un cincuentón que convierte en amante a la dactilógrafa que le ha cedido el partido, un autor que no puede escapar de los lugares comunes del comunismo ni siquiera cuando escribe un diario personal.
Para el personaje, escribir literatura es escribir para escritores, y la función del arte es crear. "La creación, cuando está en buenas manos y es orientada por una conciencia proletaria que sirve a la patria, define sus propios rumbos", dice en un tramo, mientras que en otro sostiene "yo soy un producto de la realidad que la piensa dialécticamente, según las enseñanzas de Marx, Engels y Lenin.". El individuo, para Fogwill –el autor, no el personaje-, no está en condiciones de resignificar la realidad impuesta, ni siquiera si tiene pretensiones artísticas: en la novela, la escritura no es otra cosa que otra rama de la burocracia.
Lo que Un guión para Artkino parece decir –y ahí yace su mayor fortaleza- es que el todo es mayor que las partes, que los individuos pueden llegar a incorporar las lógicas impuestas incluso en su intimidad, y que el poder es capaz de reformular todo a su antojo.
De acuerdo a ese planteo, otra distopía pasada podría haber sido imaginar a un usurero o una consumidora compulsiva encabezando la defensa de los derechos humanos.

miércoles, 4 de febrero de 2009

En su librería amiga

¿Quiénes promovieron la ridícula frase “el trabajo dignifica”? ¿Por qué todavía hay que respetar la cultura del inmigrante que promueve que una vida sacrificada es mejor que una vida relajada? ¿Por qué continuamos reclamando por más trabajo cuando en países desarrollados se planifican jornadas laborales más cortas con idéntico salario? ¿Por qué entregamos nuestro tiempo y nuestra vida a cambio de una suma que no nos permite siquiera subsistir?
Un empleado encuentra un antiguo manual en el que cientos de otros empleados dejaron inscriptos, desde la época de la colonia, un sinfín de consejos para haraganear al máximo en el trabajo y que, al mismo tiempo, parezca que uno es un empleado devoto y dedicado. Es decir: lograr beneficios extra, pero sin ofrecer absolutamente nada a cambio. Diego Grillo Trubba adaptó las distintas versiones de aquel viejo manuscrito y lo convirtió en elManual del holgazán.
Este libro le enseñará: cómo mentir en el currículum y en la primera entrevista laboral, qué debe dibujar y contestar en los test preocupacionales para que sus empleadores no se den cuenta de que usted tiene como único objetivo no trabajar, cómo robarse cosas de la oficina para su casa y conseguir el mejor escritorio, cómo (mal)tratar a sus jefes y compañeros, cómo maximizar el horario laboral. En fin, cómo hacerse el que trabaja cuando en realidad usted es el peor vago/a del mundo (o, en verdad, una persona común y corriente que no encuentra placer en dedicarse a una tarea que le resulta oprobiosa e intrascendente).

viernes, 30 de enero de 2009

Taller de novela


La clínica de novela tiene como intención el desarrollar a lo largo del año una idea que permita, al final del ciclo, tener al menos encaminada la obra. La idea es que el escritor pueda desarrollar las marchas y contramarchas propias de la elaboración de una novela, en algunos casos incluso abandonando la idea original para reemplazarla por otra. Investigación técnica, desarrollo de personajes, constitución de la estructura son algunos de los ítems que se trabajarán.
El grupo será reducido, y la metodología implicará que no se leen los textos en clase sino que en los encuentros se debatirá y trabajará sobre lo escrito y/o desarrollado durante la semana, con lectura previa.

jueves, 29 de enero de 2009

Taller de narrativa 2009

Desde 2007, Maximiliano Tomas y Diego Grillo Trubba dictan un taller de narrativa (cuento y relato) para todos los niveles.
El taller se extiende desde marzo a diciembre, y está dividido en dos grupos: los martes a las 21 y los sábados a las 15. La duración de cada clase es de dos horas (ocho horas mensuales).
Se trata de un espacio de lectura y escritura, donde se discuten y corrigen grupalmente los textos y se debate acerca de la producción literaria de cada uno de los integrantes.
Para contactar por cupos para el taller del 2009, dirigirse a Diego Grillo Trubba a: diegogrillotrubba@gmail.com

lunes, 26 de enero de 2009

ANTE LA PUBLICACION POR PARTE DE EDITORIAL SUDAMERICANA S.A. DE UNA ANTOLOGÍA DE CUENTOS EN NOVIEMBRE DE 2008 BAJO EL NOMBRE O TÍTULO "DE PUNTIN", Y EXISTIENDO UNA RECOPILACION O ANTOLOGÍA DE CUENTOS VINCULADOS AL FUTBOL EDITADA POR EDICIONES AL ARCO EN EL AÑO 2003 BAJO EL MISMO NOMBRE O TITULO, EDITORIAL SUDAMERICANA S.A. y el autor de la Antología Sr. Diego Martín Grillo Trubba HACEN SABER QUE FUE UNA MERA COINCIDENCIA EL USO DEL MISMO TITULO O IDENTICO NOMBRE DE LA ANTOLOGÍA DE CUENTOS DE FUTBOL PRESENTANDO LAS RESPECTIVAS DISCULPAS PÚBLICAS A EDICIONES AL ARCO Y AL LECTOR POR LAS CONFUSIONES QUE SE HUBIERAN PODIDO SUSCITAR. ASIMISMO EDITORIAL SUDAMERICANA S.A. Y EL SR. DIEGO MARTIN GRILLO TRUBBA RECONOCEN EL DOMINIO DEL TÍTULO -EXCLUSIVAMENTE- "DE PUNTIN" A EDICIONES AL ARCO QUIEN CONTINUARÁ UTILIZANDO EL NOMBRE DE LA OBRA EN EL FUTURO POR LO QUE PRÓXIMAMENTE EDICIONES AL ARCO LANZARÁ UNA NUEVA EDICIÓN DEL LIBRO "DE PUNTIN". ----------------

domingo, 25 de enero de 2009

La timba anual


Inicio de la etapa 3


Ahora, en España.

Felicitaciones, Maxi.

sábado, 17 de enero de 2009

Va primera

Me da pena que siempre los damnificados sean los pobres. La crisis la padecen mucho más quienes tienen menos. Yo veo, en la cola del teatro, gente que hace vaquita para pagar la entrada de la obra. Me parece que si tuvimos la fuerza para reponernos del corralito, tenemos que poder salir de esto. Eso sí: alguna vez deberíamos aprender de nuestros errores, porque no puede ser que cada cuatro años nos caigamos.¿Por qué a cada gobierno que llega le va bien los dos primeros años y después se cae a pedazos?