martes, 16 de septiembre de 2008

Lo primero es la salud (2)


En los hospitales porteños se produce un hecho digno del libro Guinness.
Los nosocomios cuentan entre sus profesionales contratados a un selecto grupo que porta la etiqueta "investigadores". Los investigadores son quienes se dedican a explorar nuevas vías para dar con tratamientos o remedios farmacológicos que curen enfermedades. Hasta ahí, está muy bien. Digo: es lógico.
Hay un dato que llama la atención. Los "investigadores" reciben -formalmente, en blanco- dinero por parte de los laboratorios médicos a modo de incentivo/compensación por haber elegido para experimentar un fármaco de su catálogo. Traducido a la práctica común: si el "investigador" cubre un cupo de X pacientes, recibe -por parte del laboratorio y por fuera de lo que se fija como su salario (que, esto último, lo paga el Estado)- sumas que rondan los US$ 10.000 por paciente. Por lo general, las cuotas de pacientes por experimento arrancan en los 15 pacientes. Es decir: por lo general, cuando un médico que posee la categoría "investigador" experimenta con pacientes, recibe una recompensa privada que arranca en los US$ 150.000.
Un dato llamativo: por ofrecerse como conejillos de indias, los pacientes (o familiares de pacientes) cobran $0. Es más, en algunos casos los contratos redactados por los laboratorios estipulan que, de ser exitoso el remedio, cuando finalice el período de experimentación el paciente deberá comenzar a pagarlo.
Otro dato llamativo: por ofrecer sus instalaciones como ámbito de experimentación, los hospitales públicos reciben $0.
Otro dato llamativo: si, por ejemplo, alguien expusiera que Julio De Vido opta por un proveedor estatal por sobre otro y que a partir de esa elección él recibe un monto de dinero, se hablaría -y se hablaría bien- de corrupción. En el caso de los médicos, defensa y silencio de la corporación mediante, no se dice nada.
Los principios investigativos dicen que la objetividad es falsa. Nadie es objetivo. Ahora, yo me pregunto, ¿a nadie se le ocurrió que si un médico recibe una recompensa extra-salarial está siendo influenciado en exceso por el objeto de investigación?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, estimado diego:
Puedo hablar un rato del tema, pero solo voy a decirte que tenes que informarte MUCHO. Es tan inexacto el cuento, que supongo que debe estar del lado de lo ficticio.

AOF dijo...

Trabajé tres años en el departamento de finanzas de una clínica importante de mendoza y te aseguro que la descripción que hacés es solamente la punta de un negocio muy pero muy trucho que mueve demasiados millones (calculá la masa de aportes a obras sociales y medicinas prepagas), una cantidad de guita que se reparten entre laboratorios, sindicalistas y unos pocos médicos que se avivaron. Ojalá lo próximo en explotar sea el sistema de salud argentino así se descubre todo, con la guita que se mueve anualmente se podría diseñar, construir y mantener un sistema de salud que envidiarían todos los países del mundo, no exagero.

Anónimo dijo...

Tres preguntas,

1) ¿Cómo supiste de estas prácticas?

2) Creo que ya te hice esta pregunta... ¿qué hacés en la sección espectáculos?

3) ¿Pensás buscar otros canales para hacer público esto? Me parece que es una obligación.

Anónimo dijo...

¿Diez mil dolares por paciente? mmmm, demasiado aún en oncología que es una de las especialidades que más lucra con el asunto.
Y con lo de nadie dice nada, hay gente seria que denuncia y es fácil acceder a esa información también.
No diría lo de seb (del lado de lo ficticio) pero está bueno informarse y después reseñar, digo
Viajera.